Hoy domingo conmemoramos un nuevo aniversario de la última dictadura cívico-militar, que aconteció en nuestro país entre 1976 y 1983.
En un contexto de profundos desencuentros sociales y de derechos humanos vulnerados, reivindicamos y defendemos la escuela pública en pos de acciones democráticas que nos unan fuertemente como comunidad en contra de cualquier atentado a la libertad de expresión y de cualquier gesto violento que ponga en riesgo la integridad física, ética, política y cultural de cualquiera de sus integrantes.
Asimismo, salvaguardamos el ejercicio pleno de la memoria para generar consciencia, evitar cometer los errores del pasado y educar para el bienestar común.
NO MÁS TERRORISMO DE ESTADO. NO MÁS GENOCIDIO. MEMORIA SÍ.
El plan de secuestro, tortura y exterminio llevado a cabo entre los años mencionados se dio en más de 800 centros clandestinos a lo largo y a lo ancho del país. Muchos de ellos hoy son museos de memoria. Río Negro no estuvo exenta de este accionar perverso.
En esta fecha, merece recuerdo el caso de Jorge Carlos Muneta, nacido el 26 de agosto de 1950 en la localidad vecina de Ingeniero Huergo y secuestrado el 12 de enero de 1977 en CABA.
Jorge era contador y se desempeñó como vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires.
“Cuentan que Jorge era un lector asiduo. De los autores que figuraban en su biblioteca, Rodolfo Walsh lo acercaba a su tierra, a la búsqueda por la verdad, la justicia social y la militancia. Años más tarde, sólo por diferencia de meses, tendrían un destino similar.”
A Jorge lo raptaron en la vía pública. El día siguiente, un grupo de tareas se presentó en su departamento y capturó a su madre, Cándida García, y a su compañera, Susana Jorgelina Ramus. “Los tres estuvieron secuestrados ilegalmente y torturados con picana eléctrica, en la Escuela de Mecánica de la Armada.”
Susana fue liberada el 13 de enero de 1979 tras abusos sexuales y trabajo esclavo. Jorge y Cándida fueron dos de las muchísimas víctimas de los terribles “vuelos de la muerte”.
“Se quiso hacer del amor y de los ideales, una de las peores pesadillas de la historia argentina.”
Recordamos con profundo respeto la vida de Jorge, de su madre y de su compañera, así como la de todos los que fueron martirizados e inmolados en este período sangriento al que le decimos NUNCA MÁS.